domingo, 18 de mayo de 2014

CONTRA LA HOMOFOBIA (III): ¿AÚN en la CLANDESTINIDAD?



REY Alexander Rodríguez Cureaux

Siete años han transcurrido desde la primera celebración de la jornada en Cuba, y estaremos de acuerdo en que mucho se ha avanzado en el tratamiento de este y otros temas relacionados. 

Lamentablemente, no cuento con vivencias de otro lugar que no sea el que me abriga desde el momento mismo de mi nacimiento: Santiago de Cuba. En su lugar he apelado a las vivencias de buenos amigos, que al igual que este que redacta, sienten que se torna en campaña lo que, reitérese, es más que una fecha. 

Felizmente, esta jornada que recién concluye, estuvo matizada por la celebración en nuestro país de la VI Conferencia Regional de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex para América Latina y el Caribe (ILGALAC), evento sobre el que nos gustaría reflexionar, en otra oportunidad. 

Sin embargo, algo de clandestinidad se respiró en esta oportunidad, al menos en Santiago de Cuba. Y es que debe ser este el momento ideal para conocer del sentir de una comunidad carente de espacios y de atención. 

Pasacalles y galas artísticas, parecen ser las únicas actividades y, por ende, razón de la existencia de un día de tanta significación. 

Sabemos que las luchas de nuestro país, no son las mismas que las de otras latitudes en lo referente a este tema, pero ¿alguien concluyó por eso que no las tenemos? ¿Alguien las cree menos importantes?

Con la disculpa de los que trabajan, asalariados o no, en las cuestiones referentes al tema; y esperando no ser excesivo, creo que en estos momentos, en nuestro país, la jornada de lucha contra la homofobia se celebra en dos lugares: La capital de la Republica y la provincia en la que se realizan las actividades centrales. 

Muchas son las interrogantes que surgen: ¿Cómo es posible que con la apertura para el tratamiento de todo lo relacionado con la libre orientación sexual, no se exploten las potencialidades de un día como el 17 de mayo? 

¿Será que se piensa que poder hablar de este tema ya es suficiente? 

Y es que no puede descansar en unos pocos hombros una acción civil de esta envergadura. Sobre todo cuando muchas personas continúan felicitando a otros en esta fecha, ya sea como falsa solidaridad o como burla machista; en todos los casos como muestra burda de desconocimiento. 

Sucede con la homofobia como con otros tantos males, se pierde la percepción del riesgo. No se ha logrado que se identifique como el mal que afecta más los que lo sienten  que los que son depositarios. La homofobia crece porque no es posible continuar invisibilizando un comportamiento, que luego aflora a través de otros males, como el VIH. 

Es este un día para la sensibilización, para el intercambio, para la visualización de todas las orientaciones sexuales, más allá de disfraces y acordes idiosincrásicos.
Un día para que, los que simulan, los que aún no entienden, los que se oponen sin argumentos, los que prefieren ocultar las realidades, los que odian y los que agraden; además de reconocerse enfermos, procuren encontrar la cura.       
  

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